Langley Vaughn necesita una cita desesperadamente. Pero no cualquier cita. Está buscando una cita para la boda del infierno. No todos los días te obligan a ser parte del séquito de la novia mientras tu primer amor se casa con tu archienemiga... conocida también como tu hermanastra. Toda la situación es una pesadilla, y Langley está cansada y enferma de cumplir órdenes y forzarse a mostrar una falsa sonrisa. Está harta de ser la mala cuando es ella la que fue agraviada. Tiene que encontrar una cita que no esté asustado del dinero de su familia, a alguien dispuesto a revolucionar las cosas un poco. Necesita a alguien fuera de su círculo social habitual, alguien listo para ir a la guerra con los adinerados. Necesita a alguien que no se vaya a echar atrás. Alguien dispuesto a jugar el complicado juego de tira y afloja en el que se ha visto involucrada con su familia durante años. Nunca, ni en un millón de años, pensó que se tropezaría con su propio héroe rompecorazones cuando puso su alocado plan en funcionamiento. Iker no sólo se presenta una y otra vez a su lado, sino que también la obliga a luchar por sí misma. Dice que sólo está ahí por el dinero... pero sus acciones hablan mucho más fuerte que sus palabras.
Iker Alvarez haría cualquier cosa para conseguir dinero rápido. No cualquier dinero, sino lo suficiente para que su hermano menor entre en la universidad de sus sueños. Gracias a Dios por una niña rica, desesperada y guapa, con demasiado dinero y con el corazón puesto en una estratagema escandalosa. Estar en el lugar adecuado en el momento adecuado podría ser la respuesta a ambas oraciones, y este soldado inteligente nunca ha dejado pasar una oportunidad de oro. A Iker no le importa venir al rescate de Langley y ser su acompañante... siempre y cuando el precio sea el adecuado. Sólo que no planeaba que le gustara la rubia de la alta sociedad tanto como le gusta. No está preparado para la atracción que siente hacia ella junto con su creciente deseo de protegerla de los buitres y villanos que viven bajo su mismo techo. Quiere ser el tipo que la mantenga a salvo y le dé el valor para luchar que obviamente necesita... Pero alguien más, alguien mucho más poderoso e influyente que la acaudalada familia de Langley, tiene el derecho al tiempo de Iker y a su futuro. Sabe que no es el hombre con el que Langley puede contar a largo plazo, pero que lo maldigan si no quiere hacer todo lo que esté en su poder para ser ese hombre.