Rules of love





Hay dos tipos de personas en la preparatoria: con los que puedes tener una cita y los cuales con los que no. Desafortunadamente para mí, yo soy de las últimas. A pesar de que estoy rodeada de calientes jugadores de fútbol cada tarde, ellos no tienen permitido salir conmigo. Incluso si se acercan para flirtear, mi papá, el Coach “El Jefe” Davis, los hace correr vueltas en el campo hasta que vomiten.
Nada asusta más a un chico que la amenaza de dolor físico.
No solo me ha prohibido salir con nadie, incluso me ha convertido en la chica aguadora del equipo así puede vigilarme. Aparentemente, el padre sobreprotector es un disuasivo fabuloso. Las tiendas al aire libre deben encontrar la manera de embotellarlo y venderlo. Sería un éxito.
Lo que papá no sabe es que me paso cada segundo de esas dos maravillosas horas de práctica bajo el abrasador calor de California, mirando a Tyson Blake. Él es el epítome de la perfección en un cuerpo de uno noventa de estatura, increíblemente tonificado, que huele bien incluso cuando suda. Y cuando sonríe, los ángeles cantan. Literalmente.
Y papá lo odia.
Se siente un poco cliché decir que me enamoré del tipo que haría que le suba la presión arterial al nivel superior de papá. Pero es la verdad. Hay algo sobre Tyson. Algo que está tratando de ocultar. Pero puedo ver a través de su personaje engreído y sé que hay algo más.





Él era mi enemigo, pero mi corazón tenía otras ideas.


Vivo bajo tres reglas.:


Uno: Nunca bajar de una A en ninguna clase.


Dos: Nunca perder una carrera campo traviesa.


Tres: Nunca hablar con Cade Kelley.


Bueno, pues la número tres se fue por la ventana en el momento en que el director Connell me pidió que guiara a Cade de vuelta hacia el camino correcto. Algo sobre ayudarlo a cambiar su vida. Si tan solo el director Connell conociera nuestra historia, entendería que es lo que está pidiendo. Pero tengo una necesidad incesante de complacer a todos los adultos, así que por supuesto digo que sí.


Cuando Cade también parece complacido, no puedo evitar preguntarme si esto es parte de algún plan. Uno que ha elaborado para acabar conmigo de una vez por todas. Aparentemente, lo que hizo en secundaria no fue suficiente.

Justo cuando creo que ya tengo todo resuelto, mi vida se sale de control. De repente, los adultos apestan, especialmente los padres, y complacerlos se vuelve lo último que quiero hacer. Lo que me confunde aún más es que en el momento en que decido huir, la primera persona hacia la que voy es al chico que juré nunca me acercaría. Afortunadamente, el Cade que he descubierto no me hará daño porque estoy muy cerca de romperme





Se suponía sería un simple beso. Eso era todo. Ups. Mi plan era perfecto: convencer a mi mejor amigo y quarterback del equipo, Ethan, para que sea el premio para mi prueba de emparejamiento en la que los ingresos van a enviar a la banda a París. Además, si me junta con mi enamoramiento de toda la vida, eso es una ventaja, ¿verdad? ¿Qué podría salir mal?Pues, al parecer, mucho.


Primero, la prueba nos empareja a Ethan y a mí. La cual es fácil de explicar. Los ordenadores comenten errores todo el tiempo, ¿verdad? Segundo, la chica por la que me cambio parece perfecta para Ethan. Tal vez un poco demasiado perfecta. Tercero, mi cita con mi enamoramiento va terriblemente mal y mi primer beso apesta. Ahora, estoy bastante segura de que estoy destinada a estar sola mientras Ethan cabalga hacia la puesta de sol con su pareja perfecta. Hombre, lo he jodido mucho, especialmente cuando le pregunto a Ethan por el secreto de un buen beso.


Gran error.


Los sentimientos comienzan a cambiar y estoy bastante segura de que nuestra amistad ya no será suficiente. Lástima que parece ser el único en nuestro dúo que parece sentirse así.




Un beso bajo el muérdago es un simple beso, ¿verdad? Error.


Todo lo que quiero hacer durante estas vacaciones de Navidad es sobrevivir. Una semana en la cabaña con los amigos / rivales de nuestra familia, los Stephensons, cada actividad de yuletide se convierte en una competencia donde mi familia debe ganar.


Cada. Uno.


Sí. Mucho espíritu navideño por aquí.


Pero, he sobrevivido las últimas vacaciones, no hay razón por la que no pueda sobrevivir a esta.


Hasta que mamá me informa que Jacob Stephenson, el ex mejor amigo de mi hermano y el chico malo residente, regresó de casa de sus abuelas después de haber estado fuera durante el semestre. Supongo que después de descubrir que su hijo robó una estación de servicio, lo expulsa al estado más al sur.


Ahora mi enamoramiento ridículo está de vuelta con toda su fuerza y estoy intentando realmente alejarme de él. Mi hermano está frustrado porque Jacob está en casa y se supone que debo poner a mi familia por encima de los chicos. ¿Verdad?


Tal vez…


Intentaba ser leal hasta que Jacob y yo nos besamos. Claro, fue forzado por la tradición del muérdago, pero había algo en la forma en que me sostenía y apretaba los labios contra los míos que me decía que tal vez sintiera algo más.


Pero cuando sigue alejándose y actuando como el chico malo, estoy bastante segura de que es falso, empiezo a darme cuenta de que hay más en juego aquí que solo mi corazón. Una verdad que le está carcomiendo. Solo espero poder desenterrarlo antes de que termine la época navideña y cualquier posibilidad que tenga de descubrir al verdadero Jacob desaparece.

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