Fluff


Nos conocíamos de toda la vida.
Y yo la amé todo ese tiempo.
Daphne.


Era todo curvas envueltas en una personalidad burbujeante que ninguna otra mujer podía igualar.
Y me guardé para ella... mi primer beso, mi primer todo. Pero esperé para hacerla mía durante demasiado tiempo.


Cuando un trabajo me hizo dejarla, supe que volvería. No había forma de que la dejara escapar.
Los años pasaron, pero mi amor por ella sólo creció. Y cuando finalmente volví a casa, de vuelta a ella, supe que había terminado de esperar, de fingir que los límites no se podían cruzar en nuestra amistad.
¿Pero era demasiado tarde?


No me importaba si lo era, porque la verdad era que no dejaba de intentar hacer mía a Daphne. Todo lo que tenía que tener era el coraje de decirle la verdad sobre cómo me hacía sentir.
Todo lo demás, cualquier cosa que se interpusiera en el camino, era sólo pelusa.

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