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Es torpe. Es adorable. Es extraterrestre como el infierno.
Zylar de Kith B'alak es el cuatro veces perdedor en la elección anual. Si no encuentra un guardián del nido esta vez, perderá la oportunidad de tener una pareja para siempre. La desesperación lo lleva a probar un servicio de emparejamiento, pero debido a una extraña erupción solar y a una grave avería de la nave IA, las cosas se desvían mucho de su curso. Este "ser humano" no es la pareja Tiralan que estaba buscando.
Está agotada. Es feroz. Es de St. Louis.
La madre de Beryl Bowman siempre dijo que Beryl nunca se casaría. Debería haber añadido una cláusula sobre que el marido fuera humano. ¿Quién hubiera pensado que trabajar en la guardería Sunshine Angel ofrecería tal prestigio interestelar? Beryl no sabe qué demonios está pasando, pero una nueva vida la espera en la Colonia Barath, donde puede tener cualquier soltero alienígena que quiera.
Están de acuerdo en unirse a los Elegidos, juntos, pero el amor está a punto de volverse seriamente extraño.
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Él es lindo, Está de mal humor. Su código es increíblemente elegante.
¿Qué hace una IA amnésica en un lugar como este? Helix no tiene idea. Sabe que planeaba construirse una vida para sí mismo en la estación Gravas, pero no tiene idea de lo que ha estado haciendo durante la última mitad del ciclo. Tampoco comprende por qué se estrelló su nave. Una genia científica de Tiralan lo salvó copiando su código en un anfitrión orgánico, y después de conocer a sus madres entrometidas, parece que sus problemas apenas han comenzado...
Ella es inteligente. Ella es creativa. Ella afirma que es su compañero.
Qalu no tiene ningún interés en las relaciones. Preferiría trabajar en su laboratorio, innovando en lugar de socializar. El problema es que los Tiralan creen que uno no puede ser feliz solo. Cuando una solución literalmente cae del cielo, aprovecha la oportunidad de avanzar en su investigación y enseñar a Helix cómo ser Tiralan, mientras calma los temores de sus madres. Puede que sea poco convencional, pero está lista para romper todas las reglas por un poco de paz.
Acuerdan hacerse pasar por los compañeros del otro por las razones más lógicas, pero el amor siempre encuentra un camino
