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El antiguo club de moteros Tin Gypsy tiene a todos en Clifton Forge, Montana convencidos de que han cerrado las puertas y se han quitado los parches. A todos menos a Bryce Ryan. Hay más cosas que suceden en el garaje del club que restauraciones de autos y las reconstrucciones de las Harleys. Sus instintos están gritando que hay una historia que contar.
Como nueva dueña del periódico de la pequeña ciudad, Bryce está deseosa de algo más que anuncios de nacimientos y obituarios. Cuando una mujer es brutalmente asesinada y todas las señales apuntan a los Tin Gypsy, Bryce está decidida a exponer al club y a su líder, Kingston “Dash” Slater, como asesinos.
Bryce supera a Dash con cada paso que da, decepcionando a su robusto y hermoso oponente que resulta ser un adversario poco convincente. Los secretos quedan al descubierto. Las verdades derrotan a las mentiras. Bryce está lista para ganar esta batalla.
Entonces Dash rompe todas las reglas e inclina la balanza.
Un beso, y ella está luchando para salvar algo más que su historia. Está luchando para salvar su corazón del rey Gypsy
2
Genevieve Daylee no esperaba estar delante de un juez el día de su vigésimo séptimo
cumpleaños. Pero desde que su vida se involucró con una antigua banda de moteros, ha aprendido a no esperar más que problemas.
Su madre, una mujer a la que una vez admiró y adoró, ha muerto, y ha dejado un rastro de secretos y mentiras. Está viviendo en un pequeño departamento sobre un garaje perteneciente a su hermano, un hombre que detesta su mera existencia. Y el padre que conoció junto a la tumba de su madre, es tan desconocido como Isaiah Reynolds, el hombre roto de ojos inexpresivos que está junto a ella ante el juez.
Isaiah es su protector frente al asesino suelto en Clifton Forge. Aunque se parece más a un caballero herido con una armadura abollada que a un príncipe con un caballo blanco. No sabe prácticamente nada de él, excepto que trabaja como mecánico. A partir de hoy, él compartirá su baño.
Y, de acuerdo con el juez, Isaiah es ahora su marido.
