Sydney Evans no es ajena al trabajo duro. Es la única constante en su vida. Y sin familiares o amigos de los que hablar, ha sido fácil poner todo lo que tiene en su trabajo como asesora general de Blackstone Holdings.
Ella no quiere nada. Hasta que su jefe le ofrece una oportunidad única en la vida. Todo lo que tiene que hacer es casarse con el inútil de su hijo.
Scott Blackstone solía ser un fiestero. Perdón, juerguista. Sin embargo, no ha sido ese tipo en mucho tiempo. Desde que se mudó a Wyoming, compró un rancho ganadero en ruinas y lo convirtió en un negocio rentable.
Todo es bueno. Hasta que una llamada telefónica de su padre amenaza la vida tranquila y sencilla que ha construido. Casarse o perderlo todo. Y con una que mujer que no lo soporta, nada menos. Bueno, Scott no va a caer sin luchar. Nunca volverá a Manhattan. No si puede evitarlo.
Mil gracias a KB!