«Y hasta ahora he podido comprar absolutamente todo con dinero».
Mi prometido me deja de repente y así nuestra compañía conjunta también desaparece. Todo aquello por lo que he trabajado y vivido durante tanto tiempo se esfuma de un momento a otro. Me he quedado sin nada.
Absolutamente sin dinero, me veo obligada a trabajar para el despiadado Jay Fisher. Resulta que Jay Fisher es mi ex, Stephen Jay Fisher. El multimillonario aprovecha cualquier oportunidad para tratarme mal y mostrar su superioridad. El insensible Jay no tiene nada que ver con el Stephen que tanto me gustaba entonces. Sin embargo, me siento atraída por él y creo que él se siente atraído por mí...