Y por eso no lo voy a volver a ver... Te lo prometo...
Incluso si huele tan bien y podría rebotar una moneda en su cuerpo.
Quiero decir, Jesús, soy la diosa de la primavera... ¿y qué pensaría mi madre?
Probablemente me encerraría en una torre tan alta que ni siquiera Rapunzel podría soltarse el pelo. El príncipe diría: “¡Perséfone, suéltate el pelo!”.
Y yo estaría como, “¿Qué? No puedo oírte, esta torre es demasiado alta”. Y esto es lo que obtengo.
Encuentro al hombre de mis sueños, y él es, bueno, Hades... Y Jesús baila claqué con Cristo, pero maldita sea, es tan sexy.
Y sí, lo volveré a ver. Porque tengo que hacerlo.
Incluso si es la peor decisión que he tomado. Además, tiene un bonito perro...
Mil gracias a GLO!
