Sem me ha estado acosando durante meses. Aparece en donde quiera que yo esté, acechándome desde el fondo con sus ojos siempre fijos en mí. No entiendo su fascinación conmigo, pero no me deja en paz.
Definitivamente no es mi tipo. Es demasiado grande, demasiado imprudente y demasiado salvaje.
Pero luego, una noche, irrumpe en mi departamento y me reta a hacer algo loco, a lo que no puedo decirle que no.
Y entonces lo hago de nuevo. Y otra vez.
Ahora parece que ambos somos adictos a este pequeño juego secreto.
Pero cuando empiezo a ver al hombre debajo de su brutal exterior, ¿enamorarme de él resultará siendo la apuesta más temeraria hasta el momento?
Mil gracias a FR!