Hasta que se vieron obligados a pensar de otra manera.
Hasta que fueron brutalmente educados en la forma "correcta" de amar.
Oakland no es gay.
Jameson tampoco es gay.
Ser gay está mal. Es algo inmoral. Es una enfermedad que deben vencer. Es el diablo interior que necesita ser eliminado.
Al menos eso es lo que han sido obligados a creer.
Han pasado años luchando contra los restos que dejaron después de ocho meses de terapia de conversión cuando eran adolescentes.
Cuando sus vidas vuelven a chocar quince años después, la negación con la que han vivido durante años se hace cada vez más difícil de combatir.
Ellos se amaron una vez. ¿Pueden dos hombres rotos encontrar una manera de amarse de nuevo?
Mil gracias a TA!