Ben: ladrón de clientes, desalojador de mujeres sin hogar, mi némesis. Sentado frente a mí todos los malditos lunes con su sonrisa encantadora y engreída y sus dientes demasiado perfectos, es el símbolo viviente de todo lo que odio.
Ha sido mi política evitarlo, pero cuando llega un caso a la firma, uno que podría cambiar su carrera y la mía, hago una excepción.
Significa fines de semana y noches a su lado.
Significa soportar su sonrisa y su boca inteligente y nunca morder el anzuelo.
Hasta la noche en que Ben dice “ruégame...” y ese diablo en mi hombro decide hacer algunas demandas por su cuenta.
Mil gracias a SP!