Zon es un salvaje despiadado que mata por deporte. Sabe que es su compañera desde el momento en que sus ojos se encuentran. Así que es natural que la compre. Está en su “musth”, un momento en el que las hormonas se desbordan. Si no se aparea de inmediato, se vuelve... impredecible.
En un momento Lisa está trabajando hasta tarde en el laboratorio y al siguiente la curvilínea científica está en una nave que va a la velocidad de la luz. ¿Y al siguiente? En ese momento es vendida en una subasta a un poderoso Señor de la Guerra alienígena con predilección por la violencia.
¿Es su esclava, su mascota o su próxima comida? En cualquier caso, se siente inexplicablemente atraída por él.
Pero el peligro se cierne sobre ella. Otro alienígena quiere a Lisa para sí mismo y no se detendrá ante nada para conseguirla. Cuando el guerrero, aparentemente despiadado, sale en su defensa, su atracción por él se intensifica, aunque se dice a sí misma que es sólo sexual.
A medida que el peligro aumenta y sus sentimientos se profundizan, Lisa se encuentra dividida entre su deseo por el intrépido guerrero y su anhelo por la Tierra. Cuando sus atacantes regresan, sólo puede esperar que Zon la salve de nuevo.
Y en medio de la acción, otra pequeña sorpresa se anuncia y Lisa tiene que preguntarse: ¿es realmente imposible la reproducción entre especies?
3º CAGED BY THE BARBARIAN
¿Qué se supone que debe hacer Bond, Señor de la Guerra de los T’shav, cuando la mujer que interpretará a la diosa en el Festival del Quinto Ciclo resulta ser su pareja? Lanzarse a la arena, por supuesto, y cortar a sus competidores con una alegría salvaje. Esta mujer le pertenece.
La Teniente Sara O’Neill tiene un gran secreto: es humana. Después de ocultar su humanidad toda su vida, está enjaulada como premio en un juego mortal y sangriento. Será propiedad del ganador, para que haga lo que le plazca. Normalmente, eso significa ser asesinada y devorada.
No hay manera de que ella quiera a este bruto con sus tendencias violentas. Hasta que lo hace.
Pero Bond tiene una misión que completar y no se distraerá. Sí, claro. Eso no sucederá cuando está atrapado en una pequeña nave espacial con una curvilínea y deliciosa humana.
Resulta que alguien ha salido a reclamarla a ella y a su cría no nacida. ¿Acaso el enemigo no sabe lo que ocurre cuando se pone en el punto de mira de Bond?
Obligados a estar juntos, Bond y Sara tienen que luchar contra las probabilidades, concentrarse en la misión y no tocarse. A ver si lo consiguen... al menos en esta última parte.
Mil gracias a LGM!
