Podría haberme negado, pero entonces me quedaría sin hogar. Sin un sistema de apoyo, estaría sin dinero.
Así que dije que sí.
Hades era mi tutor. Yo era su protegida.
Era cruel.
Yo era demasiado inocente.
Y cuanto más tiempo estaba bajo su cuidado, y cuanto más veía lo cruel y frío que podía ser, más... lo quería.
Estaba mal, prohibido, estar juntos, pero cuanto más dejaba que Hades me arrastrara a su inframundo, más deseaba que me corrompiera.
Mil gracias a S!