Cuando Victoria Barclay, hija privilegiada del Vizconde Grantham, tiene una experiencia que altera su vida siendo una niña, esta marca el rumbo para el resto de su vida. Está decidida a hacer una diferencia en el mundo sin importar las consecuencias, y se convierte en un asaltante –o una, por así decirlo– de caminos, robando a los ricos y donando sus ganancias robadas a los pobres.
Su amigo y vecino de toda la vida, Phineas Dartwell, Conde de Leyburn, sospecha que su querida amiga está en algo turbio. Se ha vuelto evasiva, y lo que es peor, él está preocupado porque se haya vuelto muy evasiva. Cuando se niega a confiar en él, afirmando que es por su propio bien, él corta su amistad con el orgullo y corazón herido.
Sin embargo, cuando las actividades de Victoria salen a la luz ante los ojos del magistrado, Phineas deberá encontrar una manera de absolver a su amiga –y espera, ¿futura su esposa?– de los cargos.
Comprometida con un barón de dudosa reputación, Bianca Manning sabe que debe hacer algo para escapar de su destino. Decide que un campamento romaní es el último lugar donde su furioso prometido la buscaría.
Lo último que necesita Emilian Carrol es una enérgica mujer inglesa en su vida, pero parece que no puede decir que no cuando ella le ruega que la deje quedarse en el campamento de su tribu.
Thomas Barclay, futuro vizconde Grantham, está aburrido hasta las lágrimas y busca una distracción. Cuando su viejo amigo, el barón Tisbuty, pide ayuda para localizar a su prometida desaparecida, Tom decide ser útil.
Atrapada entre dos mundos, Bianca debe descubrir que hombre tiene las llaves de su corazón
Thomas Barclay ha tenido un año difícil, por decir menos. Después de ser rechazado por la única mujer que ha amado, ha renunciado al amor para siempre junto con cualquier pretensión de respetabilidad, tratando de beber sus penas. Sin embargo, cuando su entrometida hermana lo envía al campo a recuperarse de una vez por todas, se encuentra atrapado con la criatura más irritante y obstinada que jamás haya conocido.
Amelia Harding se ha quedado más tiempo de lo que debería en la Escuela para Señoritas de la Srta. Denby. A la madura edad de dieciocho años, finalmente se ve obligada a ingresar al mercado matrimonial, lo que también significa regresar con su padre, una perspectiva que se niega incluso a concebir. Entonces decide huir a Londres para seguir una vida en el escenario. Desafortunadamente, sus planes se ven truncados y se encuentra en un carruaje con destino al campo en compañía de un borracho. Un borracho guapo, pero un borracho de todos modos.
Ahora ambos deben decidir si continuarán dejando que su pasado los defina o si comenzarán de nuevo en los brazos del otro